miércoles, 4 de mayo de 2011

Un sentimiento (así es).

El de la pasión descontrolada cuando marcan gol. Cuando juegan como juegan. Y supongo que la mayoría lo sabreís.
Esa adrenalina que se sienten en los partidos (todos y cada uno de ellos, no solo en los Madrid-Barça o Sevilla-Betis). Las sonrisas cuando ganan y las palmadas en la espalda que se dan al contrincante ganador. Los espectadores que se quedan hasta que se terminan las celebraciones, aunque no hayais ganado vosotros.
Las lágrimas de los más pequeños, los más mayores, y los que están entre medias. Llorar ante el manteo a un jugador vencedor de un cáncer. Y agradecer cada tanda de 45 minutos de emoción y buen juego (cuando esto es así).
Es recordar la equipación de dicho equipo con FIGO a la espalda cuando él tenía poco más de 5 años. Y cada victoria y cada derrota. Cada amigo que nos unió la misma pasión. Las discursiones con los contrarios.
Es algo más que futbol, que una afición, un equipo, una equipación o un partido.
Es algo muy preciado en mi corazón y por ello, esta noche, aplaudiré.

En este caso, son dos colores. En el de muchos otros, sustituir los dos colores por el vuestro propio. Seguro que se parece a lo que yo digo aquí.

Una camiseta de hace muchos años, aproximadamente los que yo llevaré siendo culé.



DmN.

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Acariciame el alma...