lunes, 19 de diciembre de 2011

Myself (amanecer).

Me ofrezco voluntaria a ceder el asiento en el tren.
Tengo sentimientos escondidos, refugiados del frío que cala nuestros huesos.
Sin pensarlo, me encuentro leyendo un texto que habla de mi. Y ni tan siquiera lo sabía.
Siempre será esa persona a la que llamé cuando mi abuela entró en el hospital (para no salir con vida). El mismo.
Y aquel otro que me hizo olvidar a los demás ahí estuvo, que me hizo confiar, y que, aunque no sea muy guapo, tiene un corazón enorme. Que me hace, casi cada fin de semana, rezar que no me falte nunca.
Si te digo que no me pasa nada, seguramente esté deseando que me abraces.
Y si no hablo con claridad, es porque no lo tengo claro ni yo.

...Amanece, que no es poco, y no te toco, para que no me duela...



DmN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acariciame el alma...