sábado, 14 de enero de 2012

Unidad (Mario y yo)

Cierro los ojos. A mi cabeza, a veces vacía de pensamientos útiles, me vienen recuerdos de los años pasados.
Sonrío. Eres un ejemplo de sinceridad, de lucha, de cariño.
Siempre he podido contar contigo cuando te he necesitado, y siempre podré. Para arrugarte la ropa, para compartir vasos llenos de sustancias que nos hacen delirar y nos hacen hacer cosas que no haríamos. Para demostrar los mordiscos como una muestra de cariño, para que despotriquemos, para que me expliques cuando tengo dudas obvias, porque hemos crecido, porque me aportas mucho más de lo que muchas personas.

Porque el cariño que te tengo no es posible medirlo, porque quiero compartir contigo el resto de mi vida. Ojalá NUNCA nadie nos separe.

En cama, sofá, de pie, cenando, bebiendo, tumbados, bañándonos,  en la calle, en los parques, en los coches, en Toledo, en Granada, en España, Europa, de frente, y de espaldas. Pero que nunca me faltes. Que siempre estemos juntos.



DmN.

1 comentario:

  1. Sara, ¡muchísimas gracias!
    Siento el retraso en la respuesta pero estuve de turisteo jeje.

    Quiero que sepas que yo también espero que esta amistad dure para siempre porque, nos veamos más o nos veamos menos, yo sé que siempre te tengo ahí sin necesidad de que me lo digas, y espero que tú también sepas que me tienes aquí, en Granada, en Leganés o como tú dices en cualquier parte del mundo :).

    ¡Te quiero!

    ResponderEliminar

Acariciame el alma...