miércoles, 20 de febrero de 2013

La realidad.

El lápiz de pinocho que va en bicicleta roja.
Tienes 17 años. Cada uno, con sus momentos trágicos. No olvidas ni uno solo. Y los buenos, se los ha llevado el paso del tiempo. Cada recuerdo positivo, con la lluvia, se ha esfumado. Y mira que llueve aquí en Bilbao.
En tus viejo discman suena "la cinco" de La Ley Innata. Tu y tu extraña forma de utilizar este reproductor de música el primer día que sale un cd nuevo.
Te sientas en un banco mojado por la lluvia de hace escasas horas. Buscas no encontrar la vida, y la vida te encuentra a ti. Aparece ella. Hacía dos años que la recordabas (por lo trágico del recuerdo, ya sabes). Se te acerca, para sentarse a tu lado. No habla. No pronuncia una palabra con sus labios. Pero el mensaje está claro. Quiere tu perdón. Llevaba horas buscándote en los lugares a los que solías ir. Ella no sabe que ya no vas a esos lugares desde lo que ocurrió. No vas a esos lugares porque no sabes ir. Se largaron con los buenos recuerdos.
Sin inmutarte, te levantas decidido a marchar. Ella permanece en esos viejos listones de madera en los que tantas personas habían confesado sus secretos, susurrado palabras de amor, o comido dulces de madrugada, o helados de piscina.
Y antes de marcharte, posas la mirada en ella. Lleva el lápiz de pinocho que va en esa bicicleta roja. Y eso le hace sonreír. No sabe por qué. Solo sabe que acaba de crear un momento bonito con su madre en aquel banco. Se marchó. Y ella, se largó por dónde había venido.

Quién sabe lo que tardó la lluvia de aquel Septiembre en llevarse aquel recuerdo.





DmN.

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Acariciame el alma...